ABANDONO

Para cuando desperté la cama estaba fría y te habías marchado sin decir ni una palabra. Por un momento pensé estarías en la cocina preparando café y tostadas, pero la ausencia de ruido me dio la pista para saber que todo era más serio de lo que yo pensaba. 

Las pocas cosas tuyas que había en casa seguían en su lugar, el cepillo de dientes en el vaso del baño, tu sudadera colgada del perchero, las pantuflas a los pies del zapatero, pero tú no aparecías por ninguna parte. El tiempo pasaba y seguía sin saber de ti, mis mensajes parecían caer en saco roto al no obtener respuesta alguna. 

Tras varios días preocupado por si te había sucedido algo, mis interacciones dejaron siquiera de ser recibidos mientras tus redes sociales seguían actualizándose con relativa frecuencia. 

Ahí, en ese instante, fue cuando sentí el crujido seco en mi interior… Uní los puntos y finalmente apareció la pesadilla ante mí… no te había pasado nada, te habías marchado sin mirar atrás, sin darme una explicación y por supuesto sin importarte lo más mínimo mis sentimientos. 

Dime, ¿qué se supone que debo hacer yo ahora con el batiburrillo de sentimientos que se agolpan en mi pecho? 

ABANDONO 1

Una batería de preguntas afiladas y torturadoras me asaltan a todas horas sin descanso: 

¿Por qué? ¿Qué he hecho? ¿Qué he sido yo para ti?

Simplemente, has desaparecido tirando tres meses por la borda y dejándome con una herida que hoy en día no ha dejado de sangrar.

Una herida que busca desesperadamente respuestas para que pueda ser suturada y sanada adecuadamente, unas palabras que seguramente nunca llegue a escuchar. 

No sé ni qué decir a estas alturas más que te deseo suerte, y que ojalá nunca vuelvas a alcanzar el corazón de otra pobre víctima como yo. 

La responsabilidad emocional brilla por su ausencia en los tiempos que corren, pero esto ya me parece casi violencia emocional. 

En fin, me voy a mi rincón a lamerme las heridas, con paciencia y ayuda, tal vez un día pierda este miedo terrible a volver a dejar que nadie se acerque a acariciar mi corazón sin generarme escalofríos. 

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3 comentarios en «ABANDONO»

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