Ese día que llevas tanto tiempo soñando y preparando junto con tu pareja con todo lujo de detalles, pero que, cuando llega, parece que se pasa todo en un suspiro.

El mundo bodas es un mundo maravilloso y soñado sobre todo para muchas mujeres.

Para otras, en cambio, no tanto, pero sin duda es uno de los eventos más importantes, ya que representa una decisión relevante en la vida de una pareja.

La industria de las bodas ha crecido mucho en los últimos años creando un sinfín de experiencias para disfrutar con familia y amigos convirtiendo, ese día, en un momento inolvidable.

En la actualidad esto es algo que ha ido cambiando mucho, pues por todos es sabido, que ya no supone un cambio como tal en la vida de una pareja como años atrás.

Bailar el día de tu boda 1
Photo by Jesse Goll on Unsplash

Ahora las parejas conviven desde casi los inicios de su relación de una forma más íntima, es común que cada miembro haya tenido parejas anteriores hasta encontrar a su alma gemela y sobre todo, el momento de casarse, en muchas ocasiones, viene a suponer un trámite legal para ambos de cara a crear una familia, lo cual no implica el interés por organizar un evento experiencial para las personas que acuden a ellas.

Los novios se interesan por sorprender a los invitados, tener su recuerdo en fotos con la pre boda y la boda, buena comida, buenos trajes y por supuesto que la fiesta sea inolvidable.

Se busca pasarlo bien, disfrutar y sorprender. Dentro de ello existente diferentes rituales, los cuales van marcando el timming del protocolo desde ceremonia, fotos, cóctel, cena o comida y fiesta.

Los novios abren cada uno de los momentos, y el baile, suele ser uno de los más esperados.

Para ello muchas parejas deciden apuntarse a clases o contratar servicios de coreografía para poder lucirse en este momento en donde, todos los ojos de nuevo, están sobre ellos.

De alguna manera es un momento de cierta presión, ya que muchas parejas, no han experimentado previamente esta actividad juntos. Desde mi experiencia trabajando con diferentes parejas desde hace ya varios años, puedo afirmar que es un momento muy bonito para redescubrirse desde otro lugar poco común, salvo que pertenecieran previamente a la comunidad de baile.

Se perciben esos nervios, inseguridad, miedo escénico y su mente, a veces, les juega malas pasadas por la presión de las personas que ese día les van a observar en el momento de bailar.

Sin lugar a dudas puedo afirmar que las personas que acceden a probar esta actividad juntos, disfrutan de la experiencia previa a la boda consiguiendo no quedarse únicamente en un rato de baile nupcial, sino que es un inicio para poder compartir algo más y salir de la zona de confort.

Una pareja, en su trayectoria, debe ser consciente de que debe provocar una evolución entre ellos, romper con la rutina y tratar de no caer en automatismos para seguir manteniendo la chispa con el paso de los años.

Cualquier actividad en común nutre y enriquece la relación y a cada individuo. Al trabajar con este perfil se pueden observar sus códigos, su manera de ayudarse, de comunicarse y eso es totalmente aprovechable a la hora de crear un baile personalizado para cada pareja. El baile representa, en sus orígenes, un rito y en muchas culturas es utilizado para conectarse con la naturaleza, para socializar y divertirse, y por supuesto, para la conquista y el enamoramiento.

El hecho de que se le otorgue una importancia dentro de una boda, supone un interés de la pareja por la sorpresa hacia los invitados tal y como mencionaba anteriormente, pero no hay que olvidar que la importancia empieza en el paso previo de acceder a compartir dicho momento juntos para que se pueda ver y valorar desde esa conexión, confianza y complicidad que implica bailar.

Bailar en pareja supone confiar en el otro, saber cuál es el rol que desempeñamos dentro del baile independientemente del sexo de la persona, es decir, el rol del que guía y del que se deja guiar.

Supone dar rienda suelta a nuestra expresión y sobre todo a ganar seguridad frente a las personas que nos conocen desde siempre y están acostumbradas a una percepción e imagen creada en la familia.

Implica un autoconocimiento de nuestro cuerpo y movilidad si lo aplicamos de forma consciente y una comunicación a la cual no solemos estar tan acostumbrados. Sin duda el baile de boda es un instante en todo el día, pero crea magia, rompe el hielo frente a la fiesta que acontece después y por supuesto, une a personas.

¿Bailas?

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