Documental y ficción.

Este viernes 28 de octubre, llegan a nuestros cines películas interesantes que valen la pena pagar la entrada de una sala de cine, pero voy a escribir de dos películas, un documental y una ficción, dirigido por dos mujeres que ven el mundo de forma muy distinta.

Empezaré por la más interesante, el nuevo trabajo de Laura Sisteró que lleva por título “Tolyatti Adrift (Toyaltty a la deriva)”, un documental con el problema de la adolescencia de fondo.

Documental y ficción. 1

Tolyatti era una pequeña localidad rusa, que cuando el gobierno decidió instalar allí la fábrica de coches Lada, su población se multiplicó, convirtiéndose en una de las ciudades más pobladas de Rusia.

Hoy, muchos años después, de la fábrica no queda nada y la localidad tiene el índice de paro juvenil más alto de Europa y es una de las ciudades más pobres de Rusia. En ese entorno nace un movimiento juvenil que rescata los icónicos coches para convocarlos en un símbolo de rebeldía y expresión que explora los conflictos y sueños de la juventud que habita en la que fue llamada la Detroit rusa.

El documental de 70 minutos, sigue a Slava, Misha y Lera en el año en que consiguen la edad adulta y tienen que enfrentarse a un futuro en un lugar donde parece no existir esperanzas de sobrevivir y prosperar.

Laura Sisteró, filma las situaciones de cada personaje con pulso firme e imágenes realmente espectaculares de luz en un ambiente frío y distante, casi apocalíptico en ese rincón del planeta tierra.

Y la ficción que quiero recomendar es “Edén”, el primer largometraje, tras tres cortometrajes, de Estefanía Cortés y protagonizada por Charlotte Vega, Marta Nieto, Israel Elejalde y Ramón Barea.

Documental y ficción. 2

Quizás “Edén” no sea tan interesante como el documental anterior, pero Estefanía Cortés trata en la ficción, un tema complicado y difícil de tratar como es el suicidio.

Cuatro personajes, desconocidos entre ellos, que llegan a un paraje remoto de montaña, donde una empresa clandestina ha construido un complejo de lujo para pasar tus últimos días y poder llevar a cabo el suicidio.

En los noventa minutos de duración, lo mejor son algunos de los diálogos de sus protagonistas y sobre todo una inmensa Marta Nieto.

Lo peor es algunas de sus escenas alargadas innecesariamente, para contar la historia.

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