EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PAREJA
La gente cree que un alma gemela es una persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. “Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un porrazo”. ~ Elizabeth Gilbert
El espejo de las relaciones: Las relaciones son el principal instrumento que tenemos para nuestro autoconocimiento y para poder volver a nosotros a través del otro. Hay quien malinterpreta esta frase y ve en ella la necesidad de tener una pareja.
La vida nos proveerá de todas las relaciones que necesitemos para nuestra sanación, para nuestro aprendizaje y para al ver reflejada nuestra sombra en el otro, poder evolucionar y darle luz.
Es decir, las relaciones nos permitirán conocernos, conectarnos con nosotros mismos, vernos a través del otro, crecer, aprender a amar al otro y a nosotros mismos y en ese darnos, encontrarnos.
Por eso son tan complicadas, por eso son tan dolorosas, por eso hacen tanto daño, porque si no no tendríamos la capacidad de ver lo que tenemos dentro, sino que no podríamos trascender nuestros propios conflictos, sino que no podríamos ir hacia dentro de nosotros mismos.
Las relaciones son una potente herramienta de autoconocimiento.
El espejo de nuestra pareja La pareja no es alguien que va a hacernos felices, sino alguien que va a confrontarnos profundamente, con el propósito de sanarnos o hacernos conscientes.
Es una persona que presenta una vibración equivalente, es decir, tiene la misma cantidad de miedo y amor, pero en diferente polaridad.
Esa persona va a sacar a relucir lo peor de mí, porque justo eso va a entrar en conflicto con lo peor de sí, ambos vamos a destruirnos mutuamente, rompiendo y confrontando nuestros mutuos programas egoicos, pero en ese choque se va a dar la sanación de ambos. El reto será que ese personaje alguien con quien funcionan todas mis estrategias egoicas de supervivencia, alguien con quien encajó y le gusta, que yo le cuide, o le guíe o le proteja, que le haga sentir importante, que le haga sentir especial, que le seduzca.
Todas esas cosas de mí que le van a enamorar las va a repeler con fuerza con el tiempo, porque son una trampa del ego y son estrategias, están basadas en el miedo a que no me quieran, no en el amor real, de modo que el otro permanecerá a mi lado, aprovechándose de eso que yo hago hasta que me asfixie de tal modo que no me queda más remedio que soltar esa estrategia.
Eso que yo aprendí que funcionaba, al final se va a volver algo tan agobiante para mí, que no me va a quedar más remedio que dejar de hacerlo, si no quiero que mi pareja me vuelva loca. Y en ese dejar de hacerlo, está implícito enfrentarme a mi miedo a no hacerlo.
Enfrentarme a mi miedo, a ser yo plenamente sin máscaras, sin estrategias, sin tratar de complacer al otro. Y en ese juego me sanaré gracias al otro. Todo aquello que al principio parecía maravilloso, con el tiempo se va a convertir en una cárcel hasta que ambos aprendamos a relacionarnos desde la igualdad y a soltar todas nuestras estrategias para seducir, controlar y agasajar al otro, de modo que solo quede el amor.
El amor es una vibración, no es algo que nos pueda dar otra persona. Una vibración que alcanzó en un proceso de sanación que emprendo a través del otro, en el que el otro me hace de espejo para poder atravesar mis miedos y aumentar mi vibración cada vez más amorosa.
En definitiva…… El alma gemela no es alguien que te complementa, sino alguien que te confronta hasta que te despierta, hasta que te sana, hasta que te hace consciente.
Es como un juego en donde permito la vida, coloque delante de mi justo a la persona que presenta un programa contrario.
Alguien que me va a atraer con tanta fuerza que me va a activar todos mis programas egoicos, porque en mí estará el tratar de permanecer a su lado, el tratar de afianzar su presencia, el tratar de perpetuar la relación y sin darme cuenta se activaran todas mis conductas egoicas como consecuencia de la activación de mi miedo a la ruptura.
Y querré gustarle, querré complacerle, querré hacerle feliz y la vida me devolverá un espejo perfecto donde eso no será posible, mostrándome donde todavía no me amo, donde todavía no me acepto y donde pretendo darle al otro lo que no tengo disponible ni para mí misma.
En ese proceso se producirá la sanación, esa persona me confrontará hasta que no me queda más remedio que amarme y dejar de buscar el amor fuera de mí, pues lograré comprender que ese amor ya vive en mi interior…
