LA HISTORIA

Desde bien pequeño una de mis asignaturas preferidas era la historia, no fui un estudiante brillante, pero me encantaba leer y estudiar la sociedad egipcia, los siglos de dominio de Roma, el descubrimiento de América en naves de madera que navegaban años, que dieron la vuelta al mundo y en una época más moderna las revoluciones, descubrimientos y el desarrollo que nos ha llevado hasta donde estamos ahora. Pero la historia tiene un punto más allá y es la certificación de la evolución del ser humano y sobre todo darnos cuenta de que los avances y la prosperidad a veces se topan con lo peor de dicho ser humano.

El siglo XX fue el que dio un salto a todos niveles científico, industrial, tecnológico, etc., pero también en el que se produjeron dos guerras mundiales, una bomba atómica, y sufrieron nuestros padres y abuelos, el fascismo o el comunismo. Y eso me lleva a pensar si realmente la historia sirve para no cometer errores pasados o el ser humano está abocado una y otra vez a la miseria intrínseca en nosotros desde los principios de los principios.

En la educación está muy bien que se instruya en las ciencias, matemáticas, idiomas, etc., pero echo a faltar formar a las nuevas generaciones en valores Morales y éticos. De la historia deberíamos aprender mucho, que los cambios más importantes han sido gracias al valor y sacrificio de grandes personas y movimientos que consiguieron abolir la esclavitud, reconocer los derechos de las mujeres o no discriminar a nadie por su sexualidad, raza o género. No en todos los lugares existe por desgracia.

LA HISTORIA 1

Está muy bien ser modernos, inclusivos, ecologistas, etc., pero aprendamos del pasado. Un pueblo sin cultura es fácil de manipular y someter y no hay nada más importante que enriquecerse individualmente para tener la capacidad de tener criterio, personalidad y opinión propia. Porque la libertad se basa en eso en construir sociedades con gente formada para que en un futuro nunca más se produzcan las barbaries que perduran siglos y siglos en la humanidad. En fin una utopía quizás, pero hay que tener en cuenta que el hombre y la mujer evolucionan, pero por desgracia no aprenden… o sí. el tiempo lo dirá.

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