La muerte.

La muerte es algo desconocido para la mayoría de las personas, y yo, no quiero descubrir ese lado desconocido de la vida, si se le puede llamar vida.

Nuestra fragilidad humana es el hilo conductor entre la vida y la muerte; un golpe, una enfermedad… y es que, ¡realmente somos tan frágiles!

Para hacer este artículo, he recurrido a la entrevista del primer caso de Eutanasia en España: el caso de Javier Serrano, enfermo de ELA.

Os animo que también miréis el video de su entrevista, para entender mejor lo que os quiero hacer sentir.

Es increíble leer en unas palabras el deseo tan fuerte de morir, cuando los demás tenemos tantas ganas de vivir, y luchamos cada día por ello.

Javier abrazaba la muerte y la deseaba con todas sus fuerzas.

Es increíble leer en unas palabras como le preguntan a una persona si tiene miedo a la muerte, y ella responde que solo tiene miedo a seguir viviendo.

Al leer y ver los vídeos de las entrevistas de Javier se me hacía un gran nudo en la garganta, y por un segundo sentí el dolor que Javier me estaba transmitiendo.

Él decía que lo único por lo que lloraba y por lo que tenía más pena era el hecho de dejar de contemplar a sus nietos de 2 y 5 años.

Eso le entristecía muchísimo, y deseaba poder tener más tiempo para verlos crecer, pero más le entristecía ver cada día más como su cuerpo se iba consumiendo.

Y es que, lo contemplabas hablando con tanta seguridad, con tanta serenidad y hasta con humor de la muerte, que era imposible no sentir admiración.

Él puntualizaba que era muy duro tener que lidiar con los dolores de cadera, riñones, columna vertebral…

Eran demasiado insoportables como para tener que estar lidiando con ellos diariamente.

Sin embargo, a pesar de todo esto, su familia aceptó su decisión y le apoyó durante todo el proceso. Y después de ver sus vídeos y una entrevista que ofreció 20 minutos antes de morir, pienso: “como de mal debía de estar pasándolo esta persona como para desear la muerte a cada hora, a cada minuto, a cada segundo de su existencia en este mundo, y para abandonar la razón de su única alegría, sus nietos”.

Realmente, si estuviera en su situación, no sabría si podría demostrar la fortaleza y el coraje que él demostró.

Javier explicó que el proceso hasta conseguir la eutanasia fue muy duro, sobre todo al ver que la espera que tenía que aguantar era demasiado para la prisa que él tenía.

Su médico defendió que se debía dejar a los pacientes decidir cómo querían morir, ya sea en paliativos, con la eutanasia o sin nada, pero que nuestras instituciones no lo estaban poniendo nada fácil.

En un momento de la entrevista que grabaron 20 minutos antes de su fallecimiento, Javier decía que estaba ansioso de que viniera ya la doctora y la enfermera para hacer realidad su deseo. “Han venido todos y estamos tomando churros con chocolate. Nos apetecía despedirnos así”, decía entre risas, “porque hay que quitarle importancia a la muerte”.

De repente, sonó el timbre y, ahí, en esos segundos, vi el rostro de Javier iluminarse, vi su risa y su felicidad, y también me la contagió a mí. Me sentí feliz porque, aunque tuvo que esperar más de lo que a él le hubiera gustado, se acabó realizando lo que él quería.

¿Y tú?

¿Serías capaz de dejar que un familiar tuyo que lo está pasando tan mal como lo pasó Javier se ponga la eutanasia?

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4 comentarios en «La muerte»

  1. Como siempre magnífico artículo y que todavía hoy no soy capaz de responder a tu pregunta … pero se lo que mi padre sufrió en su enfermedad y cómo deseo la muerte antes de llegarle , y durante ese proceso , solo sentí el deseo de ayudarle a no sufrir más , sin saber cómo podía dárselo.
    Quiero entender que se llega a un punto ante una enfermedad sin retorno que la única vía para alcanzar La Paz es alcanzar la muerte y que por ello, tu cabeza inconscientemente , te prepara para enfrentarte a ese último reto … o primero depende lo veamos .

    Sigue así ! Haciéndonos reflexionar sobre las realidades que existen en la vida

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  2. Articulo que invita a la reflexión, nos acerca a la temida muerte y nos “obliga” a empatizar y respetar a quien la demanda como unica salida a un calvario no deseado. Gracias Jhandira por y quizas sin quererlo este alegato a la vida, en momentos en que su valor pasa de puntillas para muchos de nosotros.

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  3. Hola!
    Me encanta que desde tu juventud nos hagas reflexionar sobre un tema tan importante como es la Eutanasia. Yo la verdad tendría que verme en la situación. Así en frío nose que decirte, pero yo creo como tú muy bien has relatado en tu artículo empatizar es la clave para saber que decisión es la correcta.

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