LA REINA DEL BAILE

(Transformando Valores)

15 de septiembre 8.30 de la mañana. Salgo con las dos hermanas de Eric pitando hacia el cole. ¿A tod@s nos pasa, verdad? Siempre apurando el tiempo. A Alba le chifla la música: ella y su Spotify. Nos pone banda sonora todos los días en el coche. Toca “remember” años 80, ABBA Dancing Queen.

Para mí un ticket de viaje a la Rebeca pequeña. A esa Rebeca de 10 años sola en casa con sus dos hermanos pequeños. Mirad, mis padres fueron de las primeras personas que optaron por divorciarse cuando hacía muy pocos años que se había aprobado esa ley.

El 22 de junio de 1981 el pleno del Congreso de los diputados aprobaba la ley de divorcio. Ni poca idea tendrían todos ellos de lo que implicaría en la historia de mi familia. Estoy segura de que mis padres lo hicieron lo mejor que supieron, pero para mis hermanos y para mí supuso años de incertidumbre soledad e incluso miedo.

Mi madre solo pudo trabajar durante horas interminables y se encargó de educar a su hija mayor en los valores de fortaleza y constancia. Una fortaleza física pero también emocional. ¡Qué maravilla de valores! Todo mi mundo se resolvía siendo fuerte y resistente.

Aun así necesitaba una de mis burbujas de escapatoria y esta fue ABBA. Dancing Queen, Chiquitita en versión española y Mamma Mia. Cuando me quedaba sola en casa con mis hermanos ponía el disco con esas tres canciones una y otra vez y me olvidaba de ser fuerte, dura, resistente…

Me convertía en la mejor bailarina y cantante del vecindario.

El 14 de septiembre de 2021 fui invitada por Aymar Celdrán a una sesión integrada en un máster de crecimiento personal. La sesión cursaba sobre nuestros valores y la importancia que tienen para conseguir tomar decisiones que nos ayudan a ser más felices. Durante la exposición de Aymar me di cuenta de hasta qué punto los valores de fortaleza y constancia habían marcado mis decisiones.

 Para esa Rebeca niña, adolescente y mujer en la mayoría de los casos ha sido una salvación tomar decisiones desde ahí. Pero ha tenido también consecuencias no deseables como por ejemplo no permitirme llorar ante un hecho doloroso seguir adelante sin reflexionar como un autómata.

La fortaleza es un valor increíblemente positivo, pero a raíz de la ida de Eric he necesitado conectar con otra parte de mí. Gracias a esta sesión desde la universidad de ADELAYN he sido consciente de la necesidad de mostrarme vulnerable de dejar que las cosas, las personas y las emociones te atraviesen.

Tomar decisiones desde la vulnerabilidad me ha permitido saber comunicarme mejor con todo mi entorno.

Tomar decisiones desde la vulnerabilidad me ha permitido ver situaciones desde otro punto de vista. Tomar decisiones desde la vulnerabilidad me ha permitido mostrarme más auténtica. En definitiva tomar decisiones desde la vulnerabilidad me ha liberado y me ha hecho más feliz. Sigo siendo una persona extremadamente fuerte pero ahora sin coraza.

¿Qué valores heredados de tus padres, te hace transformar para estar más conectado contigo y con lo que verdaderamente quieres?

Gracias Aymar y a universidad ADELAYN. Tal y como dice ABBA:

“SIEMPRE QUE TENGAS LA OPORTUNIDAD HAS DE SER LA REINA DEL BAILE”

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