Lecciones humanas.
El francés Louis-Julien Petit lleva sólo cuatro películas en su carrera cinematográfica, pero todas ellas nos hablan de lecciones que como seres humanos tenemos que tener en cuenta y sobre todo para reflexionar sobre el sistema que nos gobierna hoy día.
Si en su anterior película “Las Invisibles”, se centraba y denunciaba el cierre de un centro de acogida para mujeres sin domicilio y la lucha a través de sus trabajadoras para que la administración no lleve a cabo ese cierre, en esta “La Brigada de la Cocina” que llega a nuestros cines este viernes, es sobre una chef que tras ser despedida como segunda chef de un restaurante de alta cocina de París, acepta ser la cocinera de un centro de acogida para emigrantes menores que llegan a Europa sin papeles.
Audrey Lamy da vida a Cathy, esa estricta chef que esconde un pasado y que se enfrenta al machismo de algunos jóvenes emigrantes que su cultura no le permite recibir “órdenes” de una mujer, pero conforme pasan los minutos del film Cathy se gana el corazón y el apoyo de esos jóvenes que ven en la cocina, un vía para conseguir el sueño que les ha impulsado a cruzar el Mediterráneo y jugarse la vida, su vida.
La Brigada de la cocina es mucho más que una película sobre la cocina y como elaborar platos gourmet. Es una película que nos da una lección humana sobre el respeto, la igualdad de géneros y de razas e incluso sobre la igualdad entre religiones.
La actriz Audrey Lamy es la gran protagonista, pero está acompañada por un gran elenco de actores conocidos encabezados por François Cluzet, Chloé Astor, Chantal Neuwirth o Adelle Galloy, pero sobre todo por los jóvenes actores que representan a los emigrantes. Fatou Kaba, Yannick Kalombo, Amadou Bah o Mamadou Koita, que seguro tendrán un gran futuro en el cine francés de la próxima década.
