Pleno verano, tiempo de vacaciones… sol, playa, tardes con los amigos, el pueblo,… Todo son pequeñas estampas de nuestros veranos ahora de adultos pero también (y sobre todo) de cuando éramos jóvenes, niños. Eso y los deberes del cole ¡claro! Esos cuadernillos de verano que casi todos apurábamos en los últimos días antes de empezar la escuela más por obligación que por responsabilidad.
Y es que todavía los más pequeños de la casa deben dedicar un tiempo cada semana para avanzar con sus deberes de verano que, para sus maestros y progenitores, son muy importantes para no perder el contenido aprendido durante el curso escolar. La simple afirmación de tener que repetir una y otra vez un contenido de forma mecánica y repetitiva no deja en muy buen lugar a ese contenido… O mejor dicho a la metodología utilizada para adquirirlo. Seguramente hay una forma más divertida e interesante de aprenderlo (la neurociencia nos dice que jugando aprendemos más cosas que las que intentamos retener sin motivación ni mucho interés). Pero lo de los deberes repetitivos y exasperantes da para un artículo entero, así que lo dejamos para otro día.
Hoy quiero aprovechar estas líneas para recordarte otro tipo de deberes para este verano. Una lista de deberes que sí deberías hacerle cumplir este agosto a los más pequeños de tu casa si quieres que el verano (no los contenidos) queden imborrables en su memoria a largo plazo.
Y si la haces tú con ellos… la conexión será mágica.
Vamos allá.
1) Pasea una tarde por la arena de la playa al caer el sol (y respira)
2) Busca y reconoce una constelación de estrellas (¡otras que no sean las Osas!)
3) Ponte una película antigua (de las de en blanco y negro)
4) Pisa descalzo la tierra del bosque
5) Baila tu canción preferida a todo volumen (¡nadie te mira!)
6) Haz una macedonia fresquita con tus frutas preferidas
7) Construye una cabaña en un bosque cercano (¡con lo que encontréis!)
8) Escribe una postal a los abuelos desde tu lugar de veraneo
9) Lee un cuento en familia (con música ambiente)
10) Prepara un pícnic bajo los árboles e invita a gente especial para ti 11) Contempla un amanecer (y respira)
12) Prepara helado casero y saboréalo
13) Báñate en un río (¡buah!)
14) Fabrícate un collar con conchas de la playa
15) Bucea en busca de peces (y obsérvalos)
16) Haz una pizza con ingredientes nuevos
17) Construye un supercastillo en la arena con un foso que lo rodee (¡y donde entre el agua del mar!)
18) Abraza a un árbol durante cincuenta segundos (y respira)
19) Visita un pueblo pequeño con encanto (y déjate conquistar)
20) Pasea en bici al atardecer
21) Una vez al día RESPIRA utilizando la técnica 3-4-7 (3 segundos para inspirar, 4 para mantener, 7 para exhalar)
22) Pinta una piedra y déjala en el bosque
23) Trepa por un árbol (hasta la mitad, ¡venga!)
24) Tómate un té bien frío mientras escuchas pájaros de fondo (y respira)
25) Ríe (mucho)
