LOS BENEFICIOS DE LOS ABRAZOS

El 21 de enero es el día internacional del abrazo y, aunque ya ha pasado, quiero hablar de ello en este artículo. 

Está muy bien dedicar un día al año a ese precioso acto, pero considero que todos los días podrían ser el día del abrazo, está demostrado que abrazar a quien quieres y en quien tienes confianza, aporta beneficios tanto para quien los da como para quien los recibe. 

Según estudios científicos, los abrazos, además de beneficios emocionales, son beneficiosos para la salud. Al abrazar se segrega oxitocina (la hormona del amor y del placer), se libera serotonina y dopamina (hormonas del buen humor) y esto hace que se genere una agradable sensación de bienestar. 

Un abrazo es una muestra de cariño, un “aquí estoy”, un “puedes contar conmigo” siempre que sea sincero, por supuesto. En casa somos muy de abrazarnos, de besarnos, de expresar lo que sentimos y como nos sentimos. 

Nos encanta dar y recibir abrazos, pero nunca hemos forzado a hacerlo porque entendemos que es algo que ha de surgir, que tienes que sentir las ganas de hacerlo. Cada uno es libre de sentir y expresar y de no hacerlo, también hay a quien no le gusta, le incomoda o simplemente no lo considera necesario y es una opción muy personal e igual de respetable. 

Pero como yo considero que aportan muchísimos beneficios y creo en ellos me gustaría compartirlos con vosotros. Cuando alguna de mis hijas me da un abrazo, intento parar el tiempo, nada es más importante en ese momento que lo que está ocurriendo. 

Cualquier cosa puede esperar algún minuto, ella no, ella en ese momento me está pidiendo validar sus emociones, me está demostrando amor, me está pidiendo que la arrope, que la consuele, que la anime o que la calme. Y en respuesta yo estoy forjando un vínculo, le estoy transmitiendo que estoy para ella si me necesita, por eso, dejo que sea ella quien se separe, quien decida cuando acaba ese abrazo. 

Me encanta cuando mis alumnos vienen a abrazarme, muchas veces el abrazo va acompañado de bonitas palabras. Ese acto, sincero, espontáneo, es la mayor recompensa, su manera de demostrarte su cariño y su confianza, sin duda es el mejor regalo, un regalo para el alma. 

Y no solo eso, cuando una niña o un niño te abraza, te está expresando sus sentimientos, te comunica también sus emociones. A veces el abrazo es una forma de demandar afecto en un momento de tristeza, de añoranza, de enfado, incluso en ocasiones puede ser por una explosión de alegría. 

Sea como sea, hay que respetar siempre la decisión y el momento. Y siempre han de ser ellas y ellos quienes ofrezcan o pidan ese abrazo. Mis brazos siempre están dispuestos a abrazar y ellxs lo saben, pero un abrazo siempre debe ser consentido y con sentido y lo deben tener muy claro desde bien pequeños, los abrazos, como los besos, no se exigen, ni se obligan, las dos partes implicadas deben desearlo. 

Podría ahora escribir una lista “formal” de todos esos beneficios a los que quiero referirme, pero justo el otro día en clase, la conversación en la asamblea derivó a hablar de: 

¿PARA QUE SIRVEN LOS ABRAZOS?

Sus respuestas me demostraron, una vez más, ¡qué grandes pueden ser los pequeños!, pues entre todas y todos elaboramos nuestra lista sobre aquello que nos aportan los abrazos y que creo que es muy significativo y auténtico para compartirla aquí; 

— “me relajan cuando estoy nervioso”,

 — “me calman si me enfado”,

 — “me hace estar feliz”,

 — “me pone contenta”, 

— “me anima si estoy triste”, 

— “me recuerda cuando era pequeño y mi mamá me cantaba para dormirme” … 

Desde sus vivencias, desde su experiencia, sin ser conscientes, valoraban los beneficios de los abrazos. También hablamos de lo bonito de abrazar, pero siempre y cuando las dos o más personas quieran, y de cómo deben de ser los abrazos: 

“uno flojito no se nota, pero si lo hacen muy fuerte te pueden hacer daño”, o “te pueden ahogar si te chafan mucho”. 

Estaban tan motivados e interesados en la conversación, que una cosa llevó a la otra y acabamos enumerando tipos de abrazos según sus vivencias: 

— Abrazos de oso: aquellos que te envuelven 

— Abrazos de bocata: los que el niño o la niña está en medio y los papás uno a cada lado 

— Los de abuelas: que son esos bien apretados y cargados de besos 

— Los de achuchón: esos bien apretados. 

— Los sentados: los que se dan en el regazo de los mayores… 

— Los suavitos, suavitos que se dan a los bebés… 

— Y creamos el de nuestra clase, un abrazo colectivo con canción incluida: ¡abrazo escolar! 

Y como ya es costumbre, os nombraré literatura relacionada con el tema: 

Abrazoterapia: El lenguaje de los abrazos (libro de autoconocimiento) 

Manual del taller de Abrazoterapia. Cuentos que tienen por protagonistas a los abrazos, que nos llevaran a reflexionar sobre el mundo de las emociones y el poder terapéutico del abrazo Autora: Lía Barbery Editorial: Mandala Ediciones 

Hasta que podamos abrazarnos (álbum ilustrado) Preciosa historia de un erizo y una tortuga que no pueden abrazarse y buscan maneras de demostrarse cuánto se quieren y cómo pueden hacerse felices. Autores: Eoin McLaughlin/ Polly Dunbar Editorial: Animallibres

Necesito un abrazo (álbum ilustrado) El pequeño erizo necesita un abrazo, pero todos los animales huyen a causa de sus pinchos. Bueno, todos menos uno… Autor: Aaron Babley Editorial: Barcanova.

La máquina de los abrazos (álbum ilustrado) El protagonista es un niño que dice ser una máquina de abrazos, pues sus abrazos son muy buenos, son increíbles y nadie puede resistirse a ellos. Autor: Scott Campbel Editorial: Andana 

Y para despedirme no puedo acabar mejor que enviándoos, 

¡UN ABRAZO A TODOS! 

Laura González 

@lecturas_paraelalma_kids