Hola! Soy Enric deSombra, compositor y productor musical, creador de contenidos diversos, y ahora también colaborador de Brillantes Sensaciones.
Estas fechas, con las vacaciones ya algo lejanas y el verano dando los últimos coletazos, se nos pueden hacer muy cuesta arriba. Más teniendo en cuenta la inestable situación económica y política que nos ha encontrado este año. Siempre que nos sea posible, hay que tomárselo con mucha calma y reservarse un rato cada día para desconectar un poco.
Cada uno desconecta como quiere; yo sugiero dar una vuelta por algún paraje bonito y tranquilo, calzarse los auriculares y escuchar algo de música Ambient. Lo cual me da pie para hablar de este género musical que quizá algunos no conozcáis o no hayáis tenido ocasión de apreciar en toda su riqueza.
(Si ya lo conocéis, por favor, ahorraos la lectura y escuchad esta pieza de música Ambient incluida en mi reciente álbum “Un camino EP”.)
Yo me inicié en la música Ambient hace unos pocos años, casi por necesidad, cuando me estaba sacando un curso de sistemas informáticos que se me hacía muy complicado. Necesitaba mucha calma y empecé a escuchar Ambient mientras estudiaba, para tener un sonido de fondo que me relajase sin distraerme del temario.
Para mí, ésta era la única utilidad de esa música. En realidad ni siquiera la entendía como “música”, sino tan sólo como sonido de fondo, pues casi siempre carece de melodías y movimientos (algunos temas tienen un solo acorde estático con ínfimas variaciones). Pero poco a poco, mi percepción cambió.
El Ambient suele incluirse en lo que muchos llaman “música de relajación” o “música para meditaciones”; pero en realidad es mucho más que eso. Es un género musical que a menudo se ha usado para crear un clima relajado, tal y como yo hice; pero lo cierto es que su historia y sus matices sonoros rebasan con mucho esa aplicación.
El primer álbum de música Ambient consciente de serlo (aunque anteriormente hubo acercamientos fortuitos) fue “Ambient 1: music for airports” (1978), de Brian Eno, quien se convirtió en el ideólogo de este género y le dio nombre, abriendo así un nuevo y fértil campo que ha dado innumerables frutos y sigue haciéndolo hoy.
Estamos tan inmersos en esta vida 2.0, cada vez más vertiginosa y llena de inputs constantes, que apenas concedemos unos segundos a cada cosa para que “nos convenza”. Por eso, en Youtube y demás redes sociales hay centenares de tutoriales sobre cómo hacer canciones que capten la atención del público desde el primer segundo. La competencia es feroz.
Sin embargo, algunos géneros musicales requieren tiempo para sumergirse en ellos con toda su profundidad, y si no se les concede ese tiempo es como si no se hubiera oído nada (aunque, por supuesto, a muchos no les importa eso, ¿por qué iban a querer escuchar algo que no produce un placer instantáneo?…)
Lo cierto es que el Ambient esconde mundos fascinantes que sólo se nos revelan cuando nos damos permiso para parar un rato, dejando que nos llegue algo más lento y profundo que los urgentes estímulos de la actualidad.
Además, en los últimos tiempos se ha visto que el Ambient tiene un gran potencial cinematográfico, y de hecho no es raro escuchar fragmentos de este género en películas y series de primera línea (por ejemplo, la BSO de Hans Zimmer del remake de “Dune” de 2021 contiene mucho Ambient mezclado con los típicos sonidos incidentales).
Muchas gracias por leerme si habéis llegado hasta aquí. Os invito a visitar mi web y a seguirme en Spotify, Facebook o Bandcamp.
Un cordial saludo,
