NO DEJES DE ESCRIBIR EN PAPEL

NO DEJES DE ESCRIBIR EN PAPEL

Desde que llegaron los teléfonos móviles y con ellos las app´s de mensajería, dejamos de escribir a mano, con papel y bolígrafo.

Escribir a mano activa tres regiones del cerebro:

el área motora, el área visual y el área cognitiva.

Al escribir se activan muchas redes neuronales, y por consiguiente mejora nuestra capacidad cognitiva.

Destaca la importancia que tiene esta actividad en los niños, ya que para ellos conforma un aprendizaje fundamental para el desarrollo a nivel práctico del manejo de la motricidad fina, la coordinación mano-ojo, el desarrollo de la pinza y el control motor.

En el caso de las personas adultas, refuerza la memoria prospectiva y de trabajo, así como estimula más el cerebro, facilitando la expresión, la creatividad y la organización de las ideas, gracias a la escritura a mano, se tiene una mejor percepción de los sentimientos y las dudas, ayudándonos a tomar decisiones.

La activación de la memoria es uno de los beneficios más importantes de escribir a mano, ya que estimula la memoria semántica, (mira mi post en Instagram sobre los tipos de memoria), es la memoria donde guardamos todo el conocimiento aprendido.

Esto es porque al plasmarla, no solo se piensa en la palabra en sí, sino también en todo el conocimiento de cómo escribirla, dónde está acentuada y cómo se desplaza la mano para escribirla.

Estimula diversas funciones como es la planificación, al tener que prever lo que vas a escribir; tener en cuenta al margen del papel, adaptar tamaño de la letra al papel, no cometer errores ortográficos, activa la memoria de trabajo, al tener que hacer un guion de lo que vamos a escribir y como. Escribir a mano puede beneficiar a las personas nerviosas o con ansiedad.

Esto es debido a que la ansiedad se produce porque se presta demasiada atención a un factor externo, el que nos distrae o limita, al ser un pensamiento constante y limitante o angustioso (como puede ser una ruptura sentimental), centrar nuestra atención en otra cosa nos ayuda.

Escribir a mano suele ser una buena forma de rebajar esa ansiedad y centrarla en aquello que nos ayude a buscar la solución del problema. Escribir ayuda a tomar conciencia de lo que ha provocado la ansiedad o la emoción que en ese momento estemos experimentando.

¡Escribe cartas, aunque nunca lleguen a su destinatario!

Escribir lo que nos angustia nos produce un sentimiento de calma, ya que lo escrito no se puede cambiar, en cambio los pensamientos en nuestra cabeza se mueven según el estado de ánimo y al no estar escritos, se reescriben cada día, cada hora o cada minuto y nuestros pensamientos escriben lo que ellos quieren, sin consultar a nuestra razón.

Escribir, cuando se tiene un conflicto emocional abierto independientemente del tiempo que lleve abierto, nos ayuda a solucionarlo.

Esto ocurre porque escribir hace más consciente cuál es el problema, por lo que ayuda a ordenar ideas y sentimientos que no podemos expresar en voz alta, o por la imposibilidad de hablar con la otra persona, porque nos bloqueó la comunicación, cerrando toda posibilidad a nuestra explicación de que paso o como fue.

Siendo muy habitual que no escuchen por estar “coaccionados emocionalmente” por alguien de su entorno laboral, familiar o en el caso de relaciones de pareja, ya qué la pareja tiene la “exclusiva” de su atención y la manipula a su interés, evitando que incluso la persona pueda resolver el conflicto emocional, ya que, al no cerrar la duda del porqué, siempre estará latente en su cabeza, limitando emociones y vida.

Jesus Delgado Lorenzo Grafopsicología y Medicina legal por la Universidad de Barcelona y la Escuela del Doctorado del Hospital de San Pablo de Barcelona.

BPD Barcelona Pólice Departament

Autor del Libro “Dime como escribes y te diré como eres”

Manual práctico de grafopsicología, (Editorial BUBOK 2021).