Según el cristal con que se mire…

Según el cristal con que se mire…

Influencia del pensamiento en nuestra conducta, emociones y nuestra salud mental. 

Cuando vivimos una situación, hacemos una interpretación o valoración de esta, lo cual provoca una emoción y un comportamiento. 

La situación es importante, pero sin la interpretación que le damos, no se podría explicar nuestra vivencia y respuesta a la misma. 

En algunas ocasiones, estos pensamientos, o sea la interpretación y juicio que hacemos de lo que sucede, se distorsiona y se genera un malestar emocional, que nos lleva a no poder reaccionar de la forma adecuada. 

Las lecturas erróneas o distorsionadas de la realidad son juicios inexactos e irracionales basados en la interpretación de la información disponible en el momento, en el contexto en el que se presenta la situación y la influencia de nuestra historia de vida y experiencia. 

Nuestra mente toma decisiones sin tener toda la información y eso ha resultado útil, si nos remontamos a los orígenes del hombre, porque en situaciones límite, por ejemplo: nos persigue un depredador, debemos decidir con la información disponible, para huir o atacar, ya. 

La moral, la cultura y la influencia familiar y social también nos condicionan, a la hora de interpretar una situación. 

Algunas interpretaciones erróneas: *Sobre generalización. 

Tomamos la parte por el todo. 

Extraemos información de una situación particular y la generalizamos a todas las situaciones que nos resulten similares. 

Ej.: Mala experiencia en relación sentimental se generaliza a todas las que puedan surgir. 

O cuando nos definimos o definimos a otros, en forma global, tomando en cuenta algunos rasgos de personalidad, por ejemplo: “Soy un inútil”. *Pensamiento Todo o Nada.

Pensamiento polarizado. Es cuando pensamos en blanco y negro, bueno o malo, siempre o nunca.

No damos lugar a los grises. Por ejemplo: “Nada me sale bien”. *Basarnos en suposiciones, aunque no exista evidencia fundamentada. 

Por ejemplo: “No contestó mi mensaje porque se molestó”. *Visión de túnel. Basarse en un solo aspecto de la situación. 

Por ejemplo: “Está situación es muy estresante y no voy a poder enfrentarla.”

*Visión catastrófica. Adelantar acontecimientos de modo catastrófico. 

Por ejemplo: “Sí manejo puedo atropellar a alguien”. *Personalización. Relacionar los hechos con uno mismo, sin base suficiente. *Ilusión de control. 

Sentirnos responsables de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. 

Por ejemplo: “Veo a alguien enojado y pienso que algo habré hecho”. *Tendencia a considerar que son los otros quienes tienen que cambiar primero su conducta. *Los “Debería”. 

Hábito de mantener reglas rígidas sobre cómo tienen que suceder las cosas o cómo se debería actuar frente a determinada situación. Por ejemplo: “Debería estar feliz ante esta situación. 

*Tener razón. Tendencia a probar que nuestro punto de vista es el correcto. 

*Perfeccionismo. Exigencia que no da lugar al error, se convierte en crítica y autocrítica excesiva. Deriva de la idealización de sí mismo y de los otros y de la solución o afrontamiento de las situaciones. 

*Negativismo Se toman en cuenta solo los aspectos negativos de uno mismo, los otros y las situaciones. Ante situaciones que nos generan malestar emocional, es importante preguntarse: 

¿Qué pensamientos y lecturas erróneas me llevaron a actuar así? 

¿Qué emociones negativas se pusieron en juego? 

Lo primero es identificar los pensamientos negativos que se han puesto en juego. Poner en cuestión los pensamientos automáticos negativos que se producen en situaciones que provocan ansiedad o cualquier otro tipo de perturbación emocional. 

A medida que los pensamientos son enfrentados y puestos en duda, su capacidad para provocar estrés o ansiedad se debilita. 

¿Es realista este pensamiento? 

¿Estoy basando mis pensamientos en hechos o en sentimientos? 

¿Existe alguna evidencia que apoye esta idea? 

¿Podría estar malinterpretando una posible evidencia? “

¿Qué pasaría sí?” o 

“¿Qué es lo peor que podría pasar?”. 

Pensar en interpretaciones alternativas. 

Ejercitar el hábito de una adecuada interpretación de lo que ocurre es fundamental para evitar malestares emocionales innecesarios, conflictos y poder mejorar nuestra calidad de vida.