TRATARSE BIEN
La palabra labra
«¿Quién mueve tu lengua cuando hablas?»
Siddharta Gautama el Buda
Ante un error o desatino involuntario, ¿qué te decís?
Cotidianamente, ¿cómo te dirigís hacia vos misma?
Una de las bases donde se funda el amor propio saludable es que se invoca amorosamente desde la palabra.
Es muy útil ser observador de aquello que decimos, refleja fielmente cómo nos sentimos con nosotros mismos y cómo nos presentamos «de cara al mundo», dando precisas instrucciones de cómo debo ser tratado.
La palabra dicha otorga un conocimiento clave que nos da clara idea de aquello que necesita ser ordenado. La mayoría de los problemas vinculares se producen por defectos de comunicación. Y desde allí es muy útil «escucharnos» en nuestros decires. Cuánto más cierto nuestra emocionalidad, más claros somos al transmitir desde la palabra.
Sentir la palabra como ordenadora de nuestro universo.
Existe un modelo muy simple y efectivo creado a principios de 1960 por Marshall Rosenberg que se dio en llamar «Comunicación no Violenta» (recomiendo leer sus libros) y hoy ha mudado a llamarse «Comunicación compasiva o empática». El objetivo es crear un modelo en el que las personas se comuniquen entre sí de manera efectiva y con empatía.
Él mismo lo define así:
«La CNV es una forma de comunicarnos que nos ayuda a conectar con nosotros mismos y con los demás, permitiendo que aflore nuestra compasión natural humana, basada en la expresión honesta y la escucha empática de los sentimientos y las necesidades, ayudándonos a reconocer y satisfacer nuestras necesidades junto con las del otro, de una forma auténtica y profunda. Nos permite resolver situaciones difíciles desde la cooperación y el respeto en vez de la agresión y los juicios de valor».
Consta de cuatro estadios:
1.-Observación, describir la situación luego de haberla mirado con neutralidad
2.-Sentimientos identificar cómo nos sentimos
3.-Necesidades qué necesitamos
4.-Petición decimos qué necesitamos en forma positiva.
La CNV diferencia dos modelos de lenguaje: el chacal y la jirafa.
EL CHACAL:
● Emite juicios y diagnósticos
● Se guía por la dominancia, la exigencia y la competición
● Encaja la realidad en compartimentos estáticos (correcto o equivocado)
● Usa el lenguaje de la crítica y la acusación.
LA JIRAFA:
● Intenta ser objetiva
● Tiene en cuenta los sentimientos y necesidades propias y de los demás
● Se guía por la aceptación y la compasión
● Recibe con empatía
● Se expresa con honestidad
¿A quién te gustaría parecerte?
Te deseo un septiembre «de cuello largo» donde ames a través de aquello que te digas y digas.
Así podrás brindar amor maduro del bueno y brillante.
¡A por ello!
Abrazos al alma, nos encontramos en octubre.
Crédito fotos:pixabay
