En estos momentos de mi vida, siento que estoy en el lugar perfecto realizando lo que he venido hacer como parte de mi propósito de vida.

Es por ello, que siento una profunda plenitud, paz interior y el corazón lleno de un amor más consciente que expando allí donde voy.

Han transcurrido casi 20 años de un largo camino, lleno de experiencias, aventuras y grandes desafíos, los cuales me han transformado para que hoy pueda sentir este momento vital tan dulce. Incansables búsquedas desde bien jovencita en lecturas diversas, muchas horas dedicadas a múltiples formaciones que me han transformado, así como maravillosas experiencias vitales que siento que tenía predestinadas vivir. 

Todo ello me ha llevado al actual momento vital, en consonancia con mí Ser, que es a dedicar el mayor tiempo y energías posibles a desarrollar mis talleres de constelaciones, retiros y formaciones. Además de continuar formándome para llegar a la excelencia profesional como CONSTELADORA. 

Una nueva mirada 1
Photo by Nathan Dumlao on Unsplash

Tal excelencia representa para mí, liberar el sufrimiento al mayor número de corazones posibles y poner luz a los numerosos conflictos internos que azotan al ser humano para acercarlo de nuevo a la paz interior, a su verdadera naturaleza. 

Mi gran anhelo es llegar día a día a que el Amor crezca y florezca en millones de hogares y que, por tanto, pueda contribuir con mi aportación al mundo para dejar una Humanidad más consciente, amorosa y empática. 

Mi aportación en esta revista, y según mi experiencia y aprendizaje de la última década, es dar a conocer una nueva mirada más integrativa y espiritual del trabajo sistémico. 

Tengo la certeza que de que los factores que convergen en esta visión más integrativa, nos afectan a todos, seamos o no conscientes de ellos. El trabajo sistémico es poner orden en nuestros sistemas familiares u organizacionales de acuerdo a los «los órdenes del amor» establecidos por Bert Hellinger, los cuales coexisten en todos los sistemas de forma natural. 

Estos órdenes se resumen en: 

(1) el equilibrio entre el dar y el tomar, 

(2) el orden jerárquico y 

(3), la pertenencia a estos. 

Cuando los órdenes se alteran o no se respetan en alguna de nuestras generaciones pasadas, nuestras vidas se ven afectadas por ello de forma negativa, teniendo en consecuencia dificultades o conflictos en diversas áreas de nuestra vida. 

Por ejemplo, en nuestras relaciones de pareja o familiares, la profesión, la salud, las finanzas personales o profesionales, y un sinfín de trastornos más allá de nuestro control. Es por ello que hasta que no se sana, no se pone orden y consciencia sistémicamente a una alteración de estas leyes en nuestros respectivos sistemas, no podremos avanzar y vivir con plenitud. Como decía Bert Hellinger, «quien sana su lealtad familiar, libera todo su potencial». 

En esto consiste el trabajo de Constelaciones sistémicas

Os invito después del disfrute de este verano, a indagar en vuestros sistemas familiares a través de este espacio compartido con todos vosotros, en el que os iré desvelando la magia del trabajo sistémico. 

Un abrazoteeee🙏💛🙏

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